El modelo de negocio por suscripción es ya una fórmula madura y con muchas ventajas
El modelo de compra por suscripción, que nació hace décadas en el mundo editorial, se ha extendido a muchos otros sectores (alimentación, belleza, productos infantiles…), donde empieza a ser una fórmula madura.
Los consumidores pagan un importe fijo (con la periodicidad que ellos establezcan) por recibir una «caja» con productos de forma regular.
Las subscription boxes resultan muy del agrado de un usuario que busca conveniencia, flexibilidad y facilidad de uso. La «caja» le llega a casa, puede contener alguna novedad o sorpresa que le permite estar al tanto de las tendencias, y su compromiso se extiende hasta donde quiere. Además, responde mejor a una filosofía —principalmente millennial— que prefiere el acceso a los bienes frente a la propiedad.
La suscripción da una solución al deseo de la individualización del producto o servicio, que se ajusta a la demanda concreta de cada usuario. En otros casos, puede satisfacer una apetencia por la exclusividad. Además, funciona casi como un pago invisible, una cantidad razonable, asequible, que apenas se nota.
Accu-Check, Bulu Box y Vitafive
En el campo de la salud y el bienestar, hace tiempo que funciona el e-commerce por suscripción de alimentos saludables, por ejemplo, pero empiezan a surgir ejemplos interesantes vinculados a la medicina.
La marca de productos para diabéticos Accu-Check ha lanzado su subscription box con dos opciones para elegir: el básico Accu-Chek Essentials y Essentials + Discovery, con nuevos productos por sorpresa.
La startup Bulu Box envía a sus suscriptores, cada mes, una caja con una selección de cinco o seis muestras de marcas premium de fitness, suplementos alimenticios, snacks saludables…. por una cuota de 10 dólares.
Los suscriptores de Vitafive eligen las vitaminas y suplementos que quieren recibir (omega3, calcio, vitamina C…, todas en forma de gominolas) y configuran su caja personalizada, cuyo precio varía en función del tipo y la cantidad seleccionados.
Suscripciones médicas
Falck es una empresa global de origen danés que ofrece servicios como consultas médicas, atención de urgencia, vacunaciones o rehabilitación mediante fórmulas de suscripción. En Latinoamérica, por ejemplo, cuenta con un millón de suscriptores.
Especializada en pacientes mayores de 65 años, Iora Health obtuvo en 2018 una inyección de 100 millones de dólares para crecer. Además de un concepto de la asistencia novedoso, su fuente de ingresos también lo es: cuotas mensuales de entre 60 y 200 dólares.
En Europa, más concretamente en Polonia, es posible contratar «paquetes» con MediStore con rangos de precios que van de los 615 złoty anuales (unos 142 euros) a 3.628 Z złoty al año (841 euros aproximadamente).
Talkspace es otro innovador negocio en el campo de la atención médica que ofrece acceso a terapeutas y consejeros de salud mental mediante planes a partir de 49 dólares a la semana.
Comprar mediante suscripción empieza a ser un hábito común entre los consumidores. Según la consultora McKinsey, sólo en Estados Unidos un 15% de los compradores online están suscritos a un producto u servicio.
Para las empresas del sector salud, las cajas de suscripción constituyen:
- Una opción eficaz para fidelizar al cliente
- Una vía de obtener ingresos recurrentes
- Una fórmula para promocionar nuevos productos y marcas
- Un sistema muy apropiado para artículos no perecederos de consumo habitual
No obstante, conviene advertir que la experiencia de compra es más importante que la propia suscripción si se quieren evitar las cancelaciones. Sólo hay que mirar hacia los grandes (Netflix, Amazon, Apple) para darse cuenta.
Violeta González Bermúdez
Periodista especializa en innovación y tendencias, con más de 20 años de experiencia en comunicación. Fundadora de Ultravioleta, una social media boutique. ¿Quieres trabajar conmigo? Mira las soluciones que ofrezco.
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